Muchas veces se tiende a pensar que la asignatura de educación física no es de gran utilidad en la escuela. Pero no es cierto, ya que el hecho de que los jóvenes practiquen deporte sólo puede traducirse en beneficios. La práctica del deporte es útil para mantenernos en forma y para nuestra salud, por un lado, y si ya se practica desde que somos pequeños es más fácil que continuemos con este hábito en la edad adulta y antes podremos beneficiarnos de sus puntos favorables.
Por otro lado, el deporte es una herramienta de enorme valor formativo, siempre y cuando se practique en las condiciones adecuadas, claro está. La práctica de cualquier deporte con constancia ayuda a que los niños y los jóvenes aprendan la importancia de la disciplina y el esfuerzo por conseguir lo que se quiere.
¿Por qué es importante la educación física?
Del mismo modo, los deportes mejoran y refuerzan una serie de variables psicológicos como la autoconfianza, el nivel de activación, y la motivación que son aspectos claves que se desarrollan en la vida cotidiana e importantes para nuestro desarrollo personal. A través de la educación física, los niños expresan su espontaneidad, fomenta su creatividad y le permite conocer, respetar, valorarse a sí mismo y a los demás.
El deporte y el ejercicio físico contribuye en la formación integral de los estudiantes. Gracias a su práctica, los niños despiertan su motricidad y su inteligencia y es fundamental para que se pueda desarrollar una buena postura, una flexibilidad, caminar de forma correcta y en definitiva se mejora su capacidad motora básica.
La práctica regular del deporte es un valor y una necesidad importante en la sociedad. El estudiante que practica deporte tiene más posibilidades de desarrollar y potenciar una serie de estrategias y competencias nuevas y diferentes que aquellas personas que no practican ningún tipo de deporte.
El deporte es una fuente inagotable de educación para la vida en un contexto de simulación y juego, donde el desarrollo del cuerpo y la práctica de habilidades motrices posibilitan una mejora en la persona en su aprendizaje de vida. Enseña a las personas a seguir unas reglas, a tener ciertas responsabilidades y a trabajar en equipo teniendo en cuenta a sus compañeros.
Por tanto, el ejercicio regular favorece el buen desarrollo físico y mental de los estudiantes. El deporte favorece también el crecimiento de sus músculos y huesos, a la vez que desarrolla su placer por el movimiento y el ejercicio. Está comprobado que el ejercicio físico practicado con regularidad previene algunas enfermedades como la obesidad, la osteoporosis o los trastornos cardíacos.
Las ventajas físicas de la actividad deportiva se suman a los beneficios emocionales que conlleva su práctica. Ayuda a que los jóvenes se sientan mejor consigo mismos, se sientan menos estresados y es una vía para abrirse a los demás y superar su timidez. En el caso de los deportes de equipo, sobre todo, se amplían los beneficios para los niños. Aprenden la importancia de contar con los demás, por lo que desarrolla su sociabilidad y pueden hacer nuevos amigos.
Gracias al deporte, los jóvenes son capaces de entender la importancia de respetar la autoridad, la necesidad de seguir unas reglas y la trascendencia de respetar a los adversarios. Es una práctica sana que promueve valores importantes de vida y sirve para prevenir hábitos perjudiciales como el consumo de tabaco, alcohol y drogas.